Agradecimiento

Quiero agradecer primeramente a Dios por simplemente ser Dios y por amarme como soy, por haber hecho posible ésta producción (promesa de mucho tiempo ya cumplida) y por haber puesto personas en mi camino para bendición en el ministerio. Agradezco a quienes estuvieron cerca de mi e hicieron éste disco posible con su presencia, su cariño, trabajo y apollo. Agradezco al productor, arreglista y representante de Sinai Recording Studio Manuel Esquilin por su trabajo, a Edwin Batista por la fotografía y el arte de este CD, a mi esposo Gilbert Sepúlveda junto con nuestros hijos por su apollo incondicional, los amo. A mis pastores Omar y Verónica Cosme por sus sabios consejos y respaldo a ministerio, a los pastores José y Omayra Rivera por su respaldo, a pastores, amigos y familia. Quiero agradecer profundamente a mi tia y pastora Sonia Sánchez de la Isla de Vieques, PR por ser mi mayor motivación, desde años antes que Dios me bendijera con una hermosa familia, mi mentora, mi ejemplo, varona de Dios la cual amo y respeto, cuando aun no habían letras ella clamaba a Dios para que El me diera letras edificantes y así Dios lo hizo. Gloria a Dios por esas personas que no me soltaron en medio de este proyecto. A ustedes que escuchan las alabanzas y se identifican, su necesidad será saciada así como sucedió conmigo. Gracias Dios porque  tu Espíritu Santo a estado conmigo en todo momento respaldando y afirmando cada paso en este camino hasta el día de hoy.

Dios les bendiga

Sugeiry Sepúlveda

Este tema nació de un momento difícil en mi vida es mi testimonio vivo y cada vez que adoro al Señor con éste tema recuerdo el difícil y doloroso proceso pero también recuerdo que esas heridas  sanaron y solo quedaron cicatrizes las cuales hoy en día testifican de que hubieron heridas que fieron sanadas y que no volveran a abrirse.  Hoy puedo testificar por medio de éste tema que Dios es real y que solo El puede librarte de la muerte. Hoy doy gracias a Dios otorgandole mi adoración y todavía me sale una alabanza porque fuí herida en medio de la batalla pero no morí en medio de ella gracias a la mano de Jehová que no me dejó caer.